Tú ¿no lo echas de menos? Las risas, los abrazos, los silencios, incluso los gritos. Un gesto, una caricia o un susurro...un beso.
Fuerza y seguridad, calor; eso quizás es lo que más añoro yo.
Levantarte cada día sabiendo que estas sola, que ya nadie camina a tu lado, no es nada fácil. Sonreirle a la vida aunque te de la espalda, cuesta, cuesta muchisimo pero no es imposible, solo hay que tener paciencia y esperar a que el tiempo cicatrice la herida y aunque tú nunca vuelvas a cruzarte en mi camino, aunque nunca más me vuelvas a acariciar yo sé que me quisistes algún día aunque yo no fuera más que un trecho en tu camino.
Por más que el tiempo desdibuje tu imagen, yo jamás te olvidaré